Esta vez escribiré hasta que me canse. A ver si no se funden mis neuronas en una plasta de choco crispis y malvaviscos de fresa. Ando de un ansioso muy subido, me tomé un café y no he parado de escribir estupideces intermitentes, al parecer esa ansiedad quiere salir por la punta de mis dedos... si tocara el piano probablemente ahora estaría plasmandolo ahi, pero como no soy pianista, ni tengo piano, escirbiré aquí.
¿Necesitaría en verdad ser pianista? ejem... ¿necesito?... toparme con estos muros que estoy acostumbrada a levantar me deja pasmada, pensando en loops. Y de nuevo brinco de pregunta en pregunta.
Me cansé pronto.
domingo, 7 de noviembre de 2010
sábado, 6 de noviembre de 2010
doble u te efe ( w t f )
con el frío dejando temblorosas mis manos y mis mejillas proferí en contra del viento... frío... y por eso. Por su cruda y fría frialdad. Me pregunto qué pensaría un inuit acostumbrado a dormir desnudo boca abajo sobre la nieve de mi recíen escrito comentario "nena" de un clima, en comparación, definitivamente más llevadero. El asunto es que hacía frío y yo, lo sentí muy intenso. Sucede que un adjetivo que me gusta apropiarme desde siempre es ese precisamente: intensa, me defino intensa, y me parece intenso... y me gusta que sea doblemente intenso por lo mismo.
Ahora quiero leer qué sucede con Watanabe... ya no recuerdo bien el hilo que iba a seguir en esta entrada, ni su objeto... y tampoco quiero borrar lo que llevaba así que... pues ahí lo tienen. Que de ver videos que parodian a Chuck Norris, y entrar en su sitio oficial y escuchar que me de la bienvenida al mismo con su propia voz, me ha dejado en blanco.
Me voy a Tokio Blues...
Ahora quiero leer qué sucede con Watanabe... ya no recuerdo bien el hilo que iba a seguir en esta entrada, ni su objeto... y tampoco quiero borrar lo que llevaba así que... pues ahí lo tienen. Que de ver videos que parodian a Chuck Norris, y entrar en su sitio oficial y escuchar que me de la bienvenida al mismo con su propia voz, me ha dejado en blanco.
Me voy a Tokio Blues...
domingo, 31 de octubre de 2010
humos de la nieve... como margaritas
Brincar de punto a punto, manteniendo una línea intermitente que me obligue a flotar llena de helio en la (grgrg). Una mano delicada (izquierda), grande acompañada de su muy sensual compañera: otra mano hermosa (derecha) ambas marcadas por grietas evidentemente empíricas, dejando una clara estela definida por los años... (desconocidos) rodeadas por el ruido del sistema de transporte colectivo en marcha, envueltas por la luz del vagón, protegidas por una fina capa de vello y las conversaciones de un par de amantes no muy amorosos frente a ellas. Música de fondo: el barullo más fuerte de todos, el millón de pensamientos que atraviesan mi cabeza mientras intento no olvidarlas, asirlas el mayor tiempo posible, no perderme nada. ¿No es esta la obsesión fotográfica contemporánea? la saturación de imágenes actual me parece un síntoma de esta asiedad devoradora, no perderse nada, tenerlo todo y entonces, más y más y más...
Entonces las veo plasmadas en papel, en barro, registradas de algún modo que las libere (si es que resultara posible) de su performatividad, de la acción que las hace tan hermosas al encontrarse tan quietas, esperando llegar a su destino. Tan cerca y tan lejos de mi... esperando mis manos experimentar la definición tactil de la admiración al ponerse yema a yema con aquellos dedos sentí que en el espacio donde suelen estar había un espacio en blanco, como el de los exámenes a responder o cualquier otro blanco en un espacio no necesariamente textil (sueño dorado de toda honorable señora de lavadero). Llegó un momento entre todo esto que menciono en el que recordé que las manos suelen llevar o ser llevadas más bien por un resto de cuerpo. Mucho cuerpo o lo que le sigue al inicio del cuerpo, del modo en que prefiera ud. leerlo, cuerpo al fin, y con éste una identidad bueno para no hacer esto largo aún mas largo quiero decir que sentí la mirada incómoda del poseedor del objeto de mi mirada cautivada y seguí sin dejar de mirarlas, qué carajos. Todo esto por calmar mis ansias observadoras sumamente impertinentes antes de llegar al lugar donde sabía, me encontraría con una identidad, pegada a un resto de cuerpo sublime.
Entonces las veo plasmadas en papel, en barro, registradas de algún modo que las libere (si es que resultara posible) de su performatividad, de la acción que las hace tan hermosas al encontrarse tan quietas, esperando llegar a su destino. Tan cerca y tan lejos de mi... esperando mis manos experimentar la definición tactil de la admiración al ponerse yema a yema con aquellos dedos sentí que en el espacio donde suelen estar había un espacio en blanco, como el de los exámenes a responder o cualquier otro blanco en un espacio no necesariamente textil (sueño dorado de toda honorable señora de lavadero). Llegó un momento entre todo esto que menciono en el que recordé que las manos suelen llevar o ser llevadas más bien por un resto de cuerpo. Mucho cuerpo o lo que le sigue al inicio del cuerpo, del modo en que prefiera ud. leerlo, cuerpo al fin, y con éste una identidad bueno para no hacer esto largo aún mas largo quiero decir que sentí la mirada incómoda del poseedor del objeto de mi mirada cautivada y seguí sin dejar de mirarlas, qué carajos. Todo esto por calmar mis ansias observadoras sumamente impertinentes antes de llegar al lugar donde sabía, me encontraría con una identidad, pegada a un resto de cuerpo sublime.
sábado, 2 de octubre de 2010
Dejando correr las palabras, enfrentádome al espacio en blanco. Siento el frío de mis pies y de nuevo recuerdo el montón de sensaciones que derivan de no sentir, de impedir que lo externo entre, se acomode en mi sistema y genere una reacción favorable al entorno. Ayer al hallarme en una situación en la que no entendía me sentí humeantemente encabronada, sin entender eso tampoco. No entiendo. ¿Me estorba la razón? ¿Estorbo yo? ¿Estorba mi sinrazón? y asi... plic plac... plic plac... (segun esto sería un boing boing pero al boing boing llegaré luego...) de pregunta en pregunta... dicen que no hay pregunta estúpida, y sin embrago esa es la sensación que me inunda cuando voy de una en una. ¿qué pedo? ....le dijo "¿" a "?" imagino las respuestas y no dejo de botar de duda en duda... plic plac...
miércoles, 22 de septiembre de 2010
ahora
Cada que me enfrento al espacio en blanco me da una especie de pánico antirespiratorio... aja me falta el aire pues... me ha dado por escribir te extraño y no entiendo. No se para que entender, no veo el punto en semejante empeño y sin embargo, quiero entender. Malditas vueltas.
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